Daniela Bellido
Practicante
Hace unos días me escribieron para que cuente mi experiencia en Kantaya y me acordé de lo bien que la pasé y de lo mucho que aprendí. Tuve la oportunidad de ser voluntaria y ser parte del área administrativa; fue todo un desafío, pero aprendí mucho.
Antes de comentar sobre mi experiencia quisiera decir que el ser parte de una ONG es todo un desafío, porque el trabajo que realizas se va a ver reflejado en el futuro, todo el tiempo que le dedicas es para cambiar la vida de alguien, para iluminarla, como aprendí a hacerlo con Kantaya.
Como parte del área administrativa veía de todo, eventos, actividades, contacto con voluntarios, empresas, personas independientes, entre otros. Sentía que aportaba en todos los aspectos ya que pude hacer de todo un poco. En Kantaya éramos pocas personas que veíamos la parte interna de la organización, pero no me cabe duda que cada uno de nosotros daba más del 100% porque nuestro trabajo era un trabajo con causa.
Trabajé con herramientas que eran nuevas para mí, tuve contacto con diferentes personas, conversé, aprendí mucho de mi jefa directa que siempre estuvo ahí para enseñarme algo nuevo. Aprendí mucho de toda la organización.
Y bueno, como voluntaria, ¿qué podría decir? Es una experiencia, para mí, que te quita el aliento. Estás dando tu tiempo, conocimientos, historias, entre otras cosas a personas que lo valoran sin cuestionarse algo. Compartes tu vida y al hacerlo contribuyes a cambiar una vida.
Pude participar de la campaña escolar en el antes, durante y después; y fue agotador, no lo puedo negar, pero ver las sonrisas de los niños y las ganas de ayudar de todos los voluntarios es gratificante. Definitivamente, ser parte de una ONG es gratificante, sabes que estás ayudando a alguien más a crecer, a lograr ser más que tú para poder cambiar el futuro del país y hacerlo un lugar mejor.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.